Desde mi situación social de la clase la más baja, me posiciono como anti-capitalista et anarquista. Ser artista no quiere decir querer llegar multimillonarie y no más estar dispueste a lo todo, hasta saquear las obras de artes de otras personas por conseguir la competición.

 

El juego especulativo, en el medio del Arte, derriba la creatividad, concentra todo el dinero dedicado al Arte en algunos manos mientras que somos una cantidad innumerable de personas creativas y talentosas buscando compartir nuestras obras de arte y nuestros saberes, ir al encuentro de les demás y querer guardar esta dinámica artística que nos lleva hacia cada vez más de innovación, imaginación, de saber hacer. El publico es también numerose et fuertemente interesade de cruzar en su camino de su vida obras de arte.

 

Rechazando la especulación del arte, me niego la idea que sea reservado por una elite. Al igual que les especuladores inmobiliaries se acaparan por juego y egocentrismo destructor, dejando algunas cientas de miles de personas a la calle por tomar como rehén el resto de la población.

El arte no hace excepción a esta orquestación.

Es aberrante que leyendo el “ que sais-je” sobre el arte contemporáneo, soló el mercado del Arte, la especulación, la costa de una obra, fabricada artificialmente, sea el centro del debate.

Rechazo esta visión eligible por la finanza reaccionaria, sexista, racista y colonialista, especista, validista, ultra-violenta y ecogenocidaria.

Esta finanza monopoliza el lugar ayudada por el estado que bloquea con diversos medios nuestro reconocimiento oficial como el de otorgarnos un estatus.

 

Que las galerías se otorgan el ¾ del precio, por las menos voraces, de la venta sobre el pretexto de ser mantenidas por personas nacidas en una clase social elevada, es una injusticia social intolerable y una sobre-explotación avergonzada y miserable de les artistas.

 

Mis obras serian por supuesto vendidas a precio fijo que no cambiara nunca cual que sea el edad del obra o mi nivel de celebridad. Estarían revendidas por sus adquisidores al mismo precio que lo harían comprado, es decir al precio de venta original con certificación/factura como autentificación.

 

En más me reservo el derecho de tener una remuneración correcta porque “ todo trabajo merece salario” y de decidir el precio de mis obras, de la gratuidad hasta el precio fijo no-especulable.

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Mor.Gr